Lo siento, creyentes: muchos ovnis no son más que aviones militares

Los prototipos secretos no escasean

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Entre 2007 y 2012, un reducido equipo de investigadores militares estudió los avistamientos de objetos volantes no identificados ─sí, OVNIs─ desde una oficina en... Lo siento, creyentes: muchos ovnis no son más que aviones militares

Entre 2007 y 2012, un reducido equipo de investigadores militares estudió los avistamientos de objetos volantes no identificados ─sí, OVNIs─ desde una oficina en las profundidades del Pentágono. El Advanced Aerospace Threat Identification Program (AATIP) [Programa de Identificación Avanzada de Amenazas Aeroespaciales], promovido por el exsenador estadounidense Harry Reid, contrató personal para que analizara los encuentros cercanos entre pilotos militares y objetos voladores misteriosos.

Posiblemente en algunos de esos encuentros estén implicados prototipos militares secretos que los pilotos de primera línea no sabían que existían. Otros, sin embargo, permanecen sin explicación ─y podrían ser revolucionarios para la civilización humana─.

«Por el mero hecho de que algo carezca de explicación no significa que sea extraterrestre, por supuesto, pero nunca digas nunca jamás», me dijo por correo electrónico Nick Pope, quien dirigió la propia unidad de investigación de OVNIs de las Fuerzas Armadas británicas a principios de la década de 1990. «Puede que las visitas extraterrestres sean poco probables, pero si un solo caso resultara ser cierto, supondría un punto de inflexión».

Un incidente en concreo en 2004 ha desconcertado a los escépticos. Dos pilotos de combate de la Armada estadounidense que volaban sobre la costa del sur de California observaron un objeto con forma de cigarrillo del tamaño de un avión de pasajeros que volaba y maniobraba de una forma que parecía exceder los límites de la aeronáutica convencional. «No tengo ni idea de lo que vi», dijo David Fravor, uno de los pilotos, al periódico The New York Times.

«Todavía quedan tales avistamientos que desafían cualquier explicación ─avistamientos por personas muy cualificadas tales como pilotos comerciales o militares que reconocerían la forma y el movimiento de una aeronave─», me dijo por correo electrónico Luis Elizondo, hasta su dimisión en octubre director del Advanced Aerospace Threat Identification Program (AATIP) [Programa de Identificación Avanzada de Amenazas Aeroespaciales] y otros trabajos relacionados con los OVNIs.

«El instinto básico del personal de inteligencia que estudia los avistamientos de OVNIs más convincentes consiste en asumir que se trata de prototipos secretos de aeronaves tripuladas o no tripuladas, desarrolladas por otra nación o por otro organismo del Gobierno ─pero en una situación en la que la información se encuentra tan compartimentada nadie más puede acceder a ella─», me dijo Pope.

«Otra teoría es que algunos de estos avistamientos son atribuibles a algún tipo de fenómeno de plasma atmosférico que la ciencia todavía no alcanza a comprender totalmente», añadió Pope, utilizando el término científico para aire electrificado.

«Muchos avistamientos de OVNIs en el suroeste de Estados Unidos durante la década de 1980 eran en realidad avanzados aviones militares secretos tales como el Lockheed F-117 y el Northrop Grumman B-2», me dijo Elizondo.

No han faltado rumores ─confirmados o no─ de prototipos militares de altas prestaciones en los últimos años que podrían explicar avistamientos de OVNIs. A principios de la década de 2000 el Ejército del Aire estadounidense desarrolló en secreto el dron [avión no tripulado] espía furtivo [stealth] RQ-170, para acabar admitiendo su existencia después de que un fotógrafo lo avistara en un aeródromo de Afganistán en 2007. No está claro si los avistamientos del RQ-170 explican toda información reciente sobre OVNIs.

Últimamente el Ejército del Aire estadounidense ha estado trabajando en un dron espía más grande y aún más furtivo [stealth] llamado RQ-180, junto con el nuevo bombardero no detectable por radar B-21. En 2014 se fotografió a una misteriosa aeronave con forma de cuña ─posiblemente uno de los primeros demostradores de tecnología para el programa B-21─ volando sobre Kansas.

Los militares y la industria de Defensa también llevan tiempo realizando un arduo trabajo de desarrollo de aeronaves y aviones espaciales denominados «hipersónicos» capaces de volar a una velocidad superior a Mach 5. Algunos de esos esfuerzos son de dominio público. Otros, tal como el avión espía hipersónico SR-72 de Lockheed Martin, permanecen envueltos por el secretismo.

La abundancia de prototipos secretos que surcan los cielos de Estados Unidos proporciona muchos pretextos a investigadores del Gobierno y escépticos ajenos al Gobierno cuya tendencia es a descartar posibles evidencias de vida alienígena. «Dicho esto, hay personas en el Gobierno ─incluidos, por supuesto, algunos oficiales de inteligencia que trabajaron en el AATIP─ que están dispuestos a creer lo increíble, y dicen que algunas de estas cosas podrían ser extraterrestres», me dijo Pope.

El vídeo de 2004 parece inexplicable a día de hoy. Pero no olvides que muchos avistamientos de OVNIs igual de misteriosos resultaron ser prototipos militares en el pasado. Puede que los alienígenas estén de verdad merodeando por el planeta Tierra. Pero si la historia sirve de algo, es más probable que se trate de otra nueva aeronave avanzada del Pentágono que aparece por sorpresa delante de pilotos que la observan desconcertados.

Traducido por Jorge Tierno Rey, autor de El Blog de Tiro Táctico.

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