‘Sicario’ es un trepidante peliculón nihilista

Disfruta la acción de la guerra contra la droga y quédate con el relativismo moral

‘Sicario’ es un trepidante peliculón nihilista ‘Sicario’ es un trepidante peliculón nihilista
Cuando el convoy estadounidense cruza la frontera, un policía saluda con la cabeza a través de la ventanilla. “Bienvenidos a Juárez”, dice. La agente... ‘Sicario’ es un trepidante peliculón nihilista

Cuando el convoy estadounidense cruza la frontera, un policía saluda con la cabeza a través de la ventanilla. “Bienvenidos a Juárez”, dice. La agente del FBI Kate Macer mira hacia la ciudad. Varios cadáveres desnudos y mutilados cuelgan bajo un puente.

“Lo que hacen es brillante”, dice el otro agente. Explica que los cárteles de la zona secuestran personas, las cortan en pedazos de una forma impactante y entonces cuelgan los cuerpos a modo de mensaje para los lugareños, que dan por sentado que los cadáveres deben haber hecho algo que les ha tocado las narices a los cárteles.

Pero el agente insinúa que a los cárteles les da lo mismo y las mutilaciones son aleatorias. No es más que una forma de mantener el orden a través del miedo. “Lo que hacen es brillante”, repite.

En el rostro de Macer se puede leer el horror y la confusión. Esto no es exactamente para lo que se apuntó. Desde luego, no se le dijo para lo que se apuntaba.

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Sicario es un nuevo thriller del director Denis Villeneuve y el guionista Taylor Sheridan. Sheridan es más conocido como David Hale, ayudante del jefe de policía, en la serie televisiva Sons of Anarchy. Este es su segundo guión y confío en que escriba muchos más.

La historia gira en torno a Kate Macer, una agente novata del FBI, interpretada por Emily Blunt, experta en secuestros y rescates con cuatro operaciones exitosas en su haber. La película empieza con la quinta de sus operaciones.

Macer y su equipo hacen una entrada y registro en una casa de un barrio residencial de Arizona en busca de los rehenes de un cártel. Cuando abre una puerta de una patada casi se lleva un disparo de escopeta en la cara, pero consigue esquivarla y acaba con su agresor. El equipo no encuentra a ningún rehén, tan sólo tipos malos con armas.

Pero el disparo de escopeta abre un boquete en la pared y revela el destino de los secuestrados. Dentro de las paredes de la casa residencial se encuentran los cadáveres en descomposición de los rehenes con la cara ensangrentada cubierta por un plástico para ocultar su identidad.

La cámara se detiene en la sangre, el plástico y los dientes. Resuena música fatalista de orquesta. Macer y su equipo (todos, no solo los novatos) salen a tomar aire fresco y vomitan en la arena.

Macer no pudo rescatar a ningún rehén, pero sus jefes consideraron la operación como su quinto éxito. Entonces Matt Graver, magníficamente interpretado por Josh Brolin, aparece en escena para pedir ayuda. Graver dice ser un asesor del Pentágono que necesita a un voluntario del FBI que le ayude en un caso de cárteles en El Paso. La verdad, y el trabajo real de Graver, resulta más complicada.

Sicario es una buena película, realmente buena. Se trata de otra entrada en el género negro estadounidense de los cárteles que analiza la desesperación y el nihilismo de combatir en la interminable y cada vez más surrealista guerra contra la droga mexicana. Viene a ser como una No es país para viejos [No Country For Old Men] o El consejero [The Counselor] pero centrada en la acción.

No llega a ser tan elegante como cualquiera de esas dos películas, pero si muchísimo más que la mayoría de los thrillers de acción que llegan a las carteleras hoy día. Es difícil escribir sobre ella sin desvelar la trama [spoiler]. La trama de la película gira en torno a Macer y el público tiene que ser tan inocente y confiado como lo es Macer para verdaderamente…disfrutar no es la palabra adecuada…apreciar la trama.

Macer tiene una butaca en primera fila en el cínico juego que EE.UU. ha creado de la guerra contra los cárteles y llega a ver exactamente lo que algunos están dispuestos a hacer para “ganar” esa guerra. Esta es una película sobre las personas que se convierten en animales para cazar animales.

Más que No es país para viejos o El Consejero, Sicario me recordó la primera temporada de True Detective. En ambos casos el sentido de la localización resulta increíble gracias a las magníficas escenas aéreas. Se puede sentir la turbia realidad del mundo en el que habitan sus personajes. Utilizan música para generar temor, no sólo tensión sino temor, y presentan a carismáticos anti-héroes que han caído tan bajo en su escala personal de valores que ya únicamente notan el peso de un universo indiferente.

Ojalá realmente Sicario hubiera sido la segunda temporada de True Detective. La película dura algo más de dos horas, pero no me importaría que durara ocho horas más. Benicio del Toro, de cuyo personaje cuanto menos diga mejor, maneja el extraño lenguaje de la desesperación y el nihilismo muchísimo mejor que Colin Farrell y Rachel McAdams.

“Para tus oídos estadounidenses nada tendrá sentido”, le dice a Macer. Pero Macer y, por extensión, el público llegarán a comprenderlo todo.

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“¿Te gustan los fuegos artificiales?”, le pregunta a Macer un miembro del equipo después de su primera misión con Graver. “¿Quieres ver algo que mola?” La lleva al tejado del edificio en el que se encuentran, le pasa unos prismáticos y le señala hacia Juárez.

Se produce una explosión en la ciudad. Balas trazadoras brillan en el cielo de la noche. El sonido de disparos resuena por toda la frontera. El tipo sonríe.

En el trasfondo de Sicario yace una profunda mitología y cinismo. A primera vista la película parece lenta y confusa, pero el guionista y el director incluyen todas las respuestas en este trabajo.

Todas las historias de fondo y motivaciones tienen lugar en un abrir y cerrar de ojos, en una pequeña línea de diálogo inocuo…y se pierden, como si se mezclaran con el ruido de los motores de un avión durante el despegue.

Estas respuestas, tal y como se presentan, puede que satisfagan o no al público, según sean las preferencias y convicciones del propio espectador. Los últimos 10 minutos de la película dividirán a la gente. Todos lo entenderán, pero no todos lo aceptarán.

Es un buen truco.

“Deberías mudarte a alguna pequeña ciudad en la que todavía se cumpla la ley”, dice alguien. Puede que también le hable al público. “No eres un lobo y ahora esta es tierra de lobos”.

Sicario se estrena en España el próximo 13 de noviembre de 2015.

Traducido por Jorge Tierno Rey, autor de El Blog de Tiro Táctico.

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